Es necesario decirles que cuando papá y mamá se casaron, se querían mucho, esperaban vivir juntos para siempre y que cuando nacieron, era porque querían formar una familia.
A continuación, es necesario explicar que ahora mismo no se llevan bien y que juntos no pueden ser felices. (Se puede contar algún ejemplo, como “¿no te diste cuenta que últimamente discutíamos más?”). Es importante no entrar en descalificativos ni en echar culpas al otro progenitor, esa información no aporta nada bueno y hace que la situación sea más difícil. Hay que evitar frases como “vuestro padre/madre quiere que me vaya, o me abandona”.
Es bueno explicarles que los dos intentaron solucionar los problemas y mantener el matrimonio, que la decisión ha sido muy difícil y dolorosa pero que terminará siendo lo mejor para todos, de esta forma no pensarán que es una decisión impulsiva que puede cambiar en cualquier momento. Que vean seguridad en las palabras de los cónyuges les ayudará a entender que es una decisión sólida.
Hay que aclararles también que ellos no tienen nada que ver en esta decisión. Si las cosas no han salido como esperaban es, únicamente, porque papá y mamá no se llevan bien, no porque ellos hayan hecho algo mal.
No es necesario que los progenitores hagan como que no pasa nada, la situación es dolorosa y si ellos perciben que no es adecuado sentirse mal ni llorar, entonces, no sentirán la libertad de expresar sus emociones y pueden sentirse obligados a controlarse.
Qué ha ocurrido hasta el momento
En este punto hay que preguntarles qué es lo que han pensado de la situación de estos meses, si han notado que algo no estaba bien y preguntarles sobre lo que opinan del divorcio. Si saben lo que es, si conocen a algún compañero que hayan pasado por lo mismo y lo que opinan sobre ello. De esta forma, tendremos información sobre las ideas y expectativas que se crearán de la situación. En ocasiones, los niños y niñas se crean ideas erróneas y si en este momento se aclaran, se pueden ahorrar consecuencias peores.
Lo que va a ocurrir a partir de ahora
Es necesario explicarles que, ante todo, siguen y seguirán siendo una familia aunque un poco diferente a lo que era antes. El matrimonio es el que se separa pero papá y mamá van a seguir ahí y seguirán queriéndoles como siempre.
Contarles cómo va a ser la situación, dónde y con quién van a vivir, qué días van a ver a cada uno, explicar cómo será la casa del progenitor que viva fuera de la casa familiar y cómo se van a organizar, reduce la incertidumbre y la ansiedad que eso conlleva.
Antes de terminar se les pueden realizar algunas preguntas para asegurarse de que lo ha entendido todo, ¿qué piensas de todo esto?, ¿tienes alguna pregunta que hacernos?, ¿qué crees que va a pasar ahora?, ¿hay algo de todo esto que te asuste?
Las reacciones pueden ser diversas, desde el silencio al enfado o la negación. Sea cual sea esta reacción es importante que entiendan que pueden acudir a vosotros para cualquier duda sobre el tema.
Por último, hay que tener en cuenta que, cuanto más amistosa y cordial sea la separación, más probable es que los hijos lo acepten mejor y se adapten a la nueva situación con más facilidad.